Ella venía de una
relación dificil y no habia terminado nada bien. El era un total desconocido,
reservado y algo tímido. Iban juntos a la universidad y con algunos amigos en
comun comenzaron a salir en tono de romance.
Los primeros meses
todo era cuento de hadas, todos veían admirados como a ambos les
"brillaban los ojos" aunque no quedaba muy claro si los ojos
realmente brillan cuando estas enamorado.
A todos lados
juntos, al cine, a comer, a las fiestas familiares y con amigos. No podían
invitar a uno sin el otro. Y era tanto el amor que se tenían, que tenían planes
de casarse al terminar la carrera y formar una familia.
Una tarde caminando
por la ciudad observaron entre bolsas de basura un pequeño ser indefenso
aparentemente que no podía quedarse ahí, su instinto maternal y paternal los
llamó y corrieron a rescatar al pequeño ser de cuatro patas, pelo atigrado y
ojos profundos. El pequeño gato simbolizo para la pareja el hijo futuro que
planeaban tener. Lo llevaron al medico, a comprarle comida, leche e incluso
juguetes. Y decidieron que se quedaría en el departamento de él, para no crear
tensión en casa de ella y los dos perros enormes de su familia.
Llegaba casi a
diario al departamento con el pretexto de ver a su hijo, "Whisky" lo
bautizaron tal vez por su amor a las fiestas.
El gato, consentido
hasta los dientes, acostumbrado a hacer su voluntad crecio mas de lo esperado.
Casi 6 kilos de gato atigrado.
Pasaría el tiempo,
las peleas iniciaron, las responsabilidades cayeron como rayos y truenos en la
relacion y el grito se turno a tono de conversacion.
Decidieron terminar
por lo sano. El gato quedó en manos del chico timido por que ninguno de los dos
se acordó de el.
Despues de un
tiempo, ella empezo a extrañar al gato, despues de todo era suyo, al menos por
la mitad. Empezo a buscar a su ex pareja para pedirle que le entregara o dejara
al menos ver al animal, pero el chico ni siquiera le contestaba las llamadas.
Todos los dias le
dejaba mensajes en un principio amables y con el paso de los dias amenazadores
donde reclamaba su derecho de tener el gato con ella. Pasaron casi 6 meses y no
supo nada de el tipo ni del gato.
Un amigo en de ambos
dio aviso del paradero del gato: una pagina para adopcion de mascotas de
internet.
Furiosa, se armo de
valor y fue a reclamar lo que ya era suyo, su hijo, su pequeño whisky…
Mas que feliz por
deshacerse del ultimo recuerdo de esa relación tormentosa, el chico no dudo en
entregarle el animal con todo y juguetes, arenero y cama.
Ella muy feliz de
recupera lo, llegó a su casa y lo instalo en su habitación…
Su pequeña hermana
de 9 años llego temprano de la escuela ese día, un animal tan grande como ese,
hermoso y con ganas de abrazarlo. Corrió para tocar al gran Whisky pero al
momento empezó una guerra de estornudos por todo el lugar. Si, el animal le
causaba una alergia terrible a la niña y sería imposible mantener su estadía en
casa.
Tanto pelear la custodia de un hijo, para después no poder cuidarlo como
se debe…
El gato termino en
una casa hogar, un "hogar temporal" refería ella, esperando todos los
fines de semana. Whisky se acostumbro a ver a su mamá los sábados y domingos en
su hogar adoptivo, porque una alergia ajena no lo dejaba irse con ella. El gato
agradecía el gesto, lo que no sabían es que Whisky también era alérgico a la
niña de 8 años…
Fin
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